Vall d’Hebron forma a los profesionales de mañana sobre el uso de la terapia génica para tratar trastornos neurológicos minoritarios

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Los días 29 y 30 de junio se celebró en Vall d’Hebron una jornada-taller sobre el uso de las terapias génicas para tratar trastornos neurológicos minoritarios. Unos tratamientos con altas posibilidades de ser disruptivos y ofrecer a los pacientes mejoras y soluciones hasta hace poco impensables. Se espera que en los próximos 10 años haya más de 50 terapias génicas disponibles, pero como toda nueva tecnología hay incertidumbres y retos que primero deben superarse. El objetivo de los organizadores de esta jornada fue reunir la última investigación y todas las perspectivas de los actores implicados para crear un programa de formación sólido dirigido a médicos, investigadores y otros actores implicados en la investigación.

La iniciativa ha sido una colaboración del Campus Vall d’Hebron, el Programa Europeo Coordinado en Enfermedades Minoritarias (EJP-RD) y la Red Europea de Referencia en Trastornos Neurológicos Minoritarios (ERN-RND). Conjuntamente han elaborado un programa exclusivo con expertos de todo el mundo que han podido aprovechar tanto los alumnos presenciales como los que se han conectado online. Las formaciones se han dividido en dos días: el primero se ha centrado en la investigación básica y el segundo, en la implementación clínica de las nuevas terapias.

La importancia de los vectores para alcanzar terapias más seguras y económicas

La primera tabla se ha hablado de los vectores o moléculas de ADN que se utilizan como vehículo para introducir material genético en una célula. Se ha hecho un repaso de todos los disponibles y las iniciativas más prometedoras para descifrar o crear nuevos. Actualmente, la mayoría están basados ​​en virus (lentivirus, adenovirus y virus adenoasociados), pero también los hay no virales (nanopartículas, partículas similares a virus, etc.) La elección del vector adecuado en cada caso es clave para éxito de la terapia.

Otro punto en el que se ha hecho énfasis es la efectividad a largo plazo de estas terapias. En estrategias ex-vivo con vectores integrativos como los lentivirus se espera que dure toda la vida. Por el contrario, en casos in vivo con vectores no integrativos dependerá del tipo del órgano tratado (músculo, hígado, sistema nervioso central etc.)

Por último, se han expuesto los principales objetivos de la investigación en esta área: Reducir la toxicidad de los vectores virales, mejorar los sistemas no virales y las tecnologías innovadoras como la edición génica. El objetivo final es como comentado el dr. Jordi Barquinero, jefe del grupo de Terapia génica y celular del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR): «Realizar terapias más específicas, más seguras y más económicas para que puedan llegar a más pacientes, especialmente en los países menos desarrollados«.

En la segunda tabla se han presentado técnicas génicas complementarias que se utilizan cuando la sustitución del gen no es suficiente para alcanzar el efecto que se necesita. Se ha realizado una revisión completa de todas ellas. Destacan, la ‘edición génica’ y los ‘Oligonucleótidos antisentido’, que pueden ser utilizados para tratar muchos trastornos, si bien esta última todavía se está buscando un método de uso efectivo. Otras técnicas son más específicas a problemas genéticos concretos, el ‘silenciamiento génico’ está pensado para enfermedades causadas por la acumulación de metabolitos o proteínas o los ‘factores de transcripción artificial’ por casos en los que hay haploinsuficiencia de un gen. Las últimas técnicas están pensadas para una patología en concreto: ‘adición génica’ y ‘regulación de expresión génica con promotores específicos’ para tratar la epilepsia, la ‘complementación génica’ por la sordera y las miniproteínas por la distrofia muscular de Duchenne y otras patologías similares.

Una técnica con un uso multidisciplinar y que es necesario un esfuerzo transversal para hacerla avanzar

El segundo día se centró en la transferencia de la tecnología a la aplicación clínica. En la primera mesa, doctores que han utilizado la terapia en un contexto clínico explicaron sus experiencias y dificultades, centrándose sobre todo en mejorar la seguridad y la eficacia de los tratamientos.

Seguidamente, se invitó a actores claves de la terapia para poder conocer su perspectiva. Intervinieron dos miembros de la Agencia Europea de Medicamentos en representación de las entidades reguladoras, un responsable de CatSalut en nombre de las organizaciones financiadoras, trabajadores de Roche y Pfizer para expresar el punto de vista de la industria farmacéutica y finalmente un paciente miembro de la Duchenne Parent Project. Todos hicieron hincapié en la necesidad de tener en cuenta todas las perspectivas para alcanzar unas terapias seguras y fiables.

Aparte de actores fuera de la investigación, la terapia génica es una técnica con una aplicación multidisciplinar y, por tanto, que también implica una heterogeneidad de investigadores. Después de comer, varios científicos hablaron de cómo pueden utilizarla en sus respectivas áreas, sea la neurología, la hepatología o para tratar una patología específica como el síndrome hemolítico-urémico. Dado que la formación estaba especializada en los trastornos neurológicos minoritarios, se destacó su importancia para detectar y tratar precozmente enfermedades neurológicas hereditarias graves sin posibilidades de curación.

Para explicar un caso real, se explicaron los tratamientos por la Atrofia Muscular Espinal (AME) que ya se están utilizando clínicamente, específicamente la terapia génica para AME tipo I y con oligonucleótidos antisentido y moléculas pequeñas en todos los tipos de AME con posibilidad de respuesta. Por otra parte existen ensayos clínicos con terapia génica para la Distrofia Muscular de Duchenne y otras Distrofias Musculares de Cinturas que se espera puedan demostrar su eficacia y seguridad y pasar a vida real.

Una formación para investigadores, personal asistencial y donantes

Ambos días sirvieron para que los alumnos tuvieran una perspectiva completa de las últimas innovaciones en terapia génica y sus posibles aplicaciones en el campo de trastornos neurológicos minoritarios. Además de investigadores y profesionales sanitarios, han participado varios miembros de asociaciones solidarias que recaudan fondos para la investigación, como por ejemplo la asociación Aefat sobre la Ataxia Telangiectasia que gracias, el conocimiento alcanzado en la formación podrán escoger las investigaciones con más potencial para invertir el dinero recaudado.

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