Un pequeño bosque de antenas brota del techo del Laboratorio de Navegación de la ESA, con sede en el Centro técnico ESTEC en los Países Bajos, que se encuentra entre los lugares de la Tierra con navegación satelital fijada con mayor frecuencia. Este es también el sitio de la primera solución de posicionamiento de Galileo, adquirida en 2014 utilizando el primer cuarteto de satélites Galileo.
“La antena es un componente fundamental de cualquier segmento de usuario del Sistema Global de Navegación por Satélite, ya que captura la energía de las ondas electromagnéticas que recibe y luego la convierte en corriente eléctrica para ser procesada por el resto de la cadena receptora”, explica el ingeniero de navegación por radio Michelangelo Albertazzi.
“Aquí tenemos una variedad de diseños de antenas, como omnidireccionales, de alta ganancia y conjuntos, de los principales fabricantes de receptores del mundo, que adquieren señales de todas las principales constelaciones GNSS globales, incluidas Galileo, GPS, Glonass de Rusia y Beidou de China. así como sistemas regionales como EGNOS de Europa”.
El Laboratorio de navegación también está equipado con equipos de última generación para registrar, reproducir y analizar las señales de RF captadas por estas antenas, para ayudar en su objetivo principal de realizar pruebas, análisis y caracterización de sistemas de navegación tanto para la ESA como para clientes externos.
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