El informe PISA revela que los resultados educativos en Cataluña son malos. Una imagen que todo el mundo habrá visto es la de una pareja que llega a una sala de espera oa un restaurante con un niño en un cochecito y lo primero que hacen es amorrar a la criatura delante de una pantalla para que no cabree. Luego nos escandalizamos cuando los niños de ocho o diez años piden tener móvil. ¡Se lo hemos inculcado nosotros! ¿De qué nos escandalizamos? ¿De qué nos escandalizamos cuando el informe PISA delata la falta de comprensión lectora de nuestros alumnos? Si sólo leen pantallas, ¿qué comprensión lectora deben tener? Como siempre, lo ha retratado magistralmente en una viñeta el muñeco Napi. Sale la consellera de Educación a explicar los motivos de los déficits del sistema de enseñanza y lo hace con una retahíla de emoticonos. Estamos creando una sociedad de comunicación esquemática, de flashes, símbolos, contenido superfluo. Una sociedad Tic-Toc. El problema no sólo es del sistema educativo por mucho que PISA nos escandalice. El problema es socialmente global, empezando por los padres que empastran la tableta al niño y siguen ambos la conversación con emoticonos.



Publicación original

Sociedad Tic-Toc – La Manyana