Considerando que ya ha pasado un tiempo prudencial desde el fin del estado de alarma declarado por la pandemia de coronavirus, el Ministerio de Sanidad ha emplazado hoy a la ciudadanía a retirar los bastones de las pruebas de PCR alojados en sus conductos nasales. «La monitorización de las infecciones en tiempo real ha dejado de ser una prioridad», ha dicho el ministro José Manuel Miñones.
Pese a que no todo el mundo siguió al pie de la letra las instrucciones de estas pruebas, Sanidad calcula que un 65% de la población sigue con un bastón atravesado en su nariz. Aunque estén ya habituados a hacer vida normal en estas condiciones, los expertos aseguran que retirar el bastón, aunque sea doloroso al principio, acabará resultando un alivio.
«Creo que me lo dejo puesto. Si me infecto, quiero enterarme al momento», asegura Mara C. Mallén, una ciudadana que prefiere pecar de prudente. Admite que un día estornudó y el palo «salió disparado y se le metió a mi pareja en el ojo, pero no es lo normal».
Sanidad avisa de que «más de tres años con la prueba insertada en el conducto es demasiado, nos exponemos a otras infecciones». Algunos, sin embargo, se han acostumbrado a la seguridad que les proporciona el test y preguntan si al menos se lo pueden meter por el culo.
