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14/12/2021
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El último tipo de satélite de telecomunicaciones que puede responder desde el espacio a las cambiantes demandas de la Tierra está a punto de comenzar a ensamblar sus componentes electrónicos.
El satélite altamente flexible está estableciendo un nuevo paradigma para los satélites de telecomunicaciones geoestacionarios, utilizando componentes comerciales listos para usar en el hardware físico estandarizado y usando solo software para configurar misiones a medida.
Denominado “OneSat”, el diseño se desarrolló en un proyecto de asociación de la ESA Novacom con el fabricante de satélites Airbus, que ahora ha vendido siete OneSats diferentes a varios clientes comerciales. Los satélites se utilizarán para revolucionar la conectividad en vuelo de los pasajeros a bordo de los aviones, así como para cerrar la brecha digital al conectar comunidades en áreas remotas.
OneSat está diseñado para cumplir con los más altos estándares de disponibilidad y rendimiento, al tiempo que reduce los costos de equipos y los esfuerzos de ensamblaje. El diseño de los sistemas electrónicos de los satélites muestra cómo estos objetivos aparentemente conflictivos pueden cumplirse simultáneamente.
La aviónica de OneSat se basa en dos unidades electrónicas complejas: la unidad de mando y gestión de datos; y el regulador de la fuente de alimentación.
La unidad de comando y gestión de datos, que está siendo diseñada y construida por Airbus en Elancourt, Francia, monitorea y controla todo en el satélite y procesa continuamente los datos necesarios para operarlo de forma autónoma y segura.
El regulador de alimentación, que está siendo desarrollado y fabricado por Airbus Crisa en Tres Cantos, España, proporciona la energía eléctrica necesaria para que todos los equipos funcionen plenamente. Lo hace tanto durante la luz del día como durante los eclipses, cambiando la generación de energía entre los paneles solares y las baterías y asegurando que haya un suministro adecuado disponible, ya sea que el satélite funcione a plena potencia o una fracción de su capacidad.
Estos dos equipos vitales deben operar en un entorno arduo para la electrónica, con altos niveles de radiación y fluctuaciones extremas de temperatura.
Para mantener los costos bajos y los plazos de entrega cortos, estas dos unidades se fabrican con componentes comerciales listos para usar cuidadosamente seleccionados, en lugar de componentes endurecidos por radiación especialmente desarrollados para su uso en el espacio.
Esto significa que los satélites OneSat podrán utilizar tecnologías avanzadas como los transistores de nitruro de galio en el regulador de la fuente de alimentación, lo que permite un mejor rendimiento y limita la disipación de calor, en comparación con los componentes clásicos con clasificación espacial.
Ambas unidades de equipo pasaron su revisión crítica de diseño a principios de este año y la producción de los modelos de vuelo ya ha comenzado.
A través del OneSat Partnership Project, la ESA ayuda a Airbus y a sus socios europeos a dar forma al futuro de los satélites geoestacionarios, en colaboración con la Agencia Espacial Francesa (CNES), el Centro Español para el Desarrollo de Tecnología Industrial (CDTI) y la Agencia Espacial del Reino Unido ( UKSA).
Los proyectos de asociación de la ESA mitigan de manera eficiente el riesgo que soporta la industria espacial europea y canadiense al desarrollar proyectos ambiciosos.
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