Las TRIC y la adolescencia: retos y desafíos


El Tecnologías para la relación, la información y la comunicación (TRIC) forman parte de nuestro día a día, especialmente del de las y los adolescentes. Les aportan amistades, bienestar emocional, diversión, soporte y comprensión, pero suponen nuevos riesgos como el ciberacoso, que sufren dos de cada diez.

Se calcula que uno de cada tres hace uno uso problemático de estas tecnologías, según un informe deUnicef que ha encuestado a 50.000 adolescentes de entre 11 y 18 años, alumnos de escuelas de todo el Estado.

Este uso problemático se ha detectado más en mujeres que en hombres, y aunque no se ha confirmado una relación causal con el impacto en la hola mental, en estos casos se triplica la tasa de depresión.

Otros riesgos de estas tecnologías son el aseo, que se refiere a la pederastia online (más del 20% han quedado presencialmente con personas que conocían exclusivamente a través de internet), y el sexting que, aunque puede no ser un riesgo en sí mismo, lo es cuando se ejerce sin consentimiento, o bajo presión, tal y como lo viven más del 11%, mayoritariamente las chicas.

El informe subraya la poca supervisión de las familias: sólo el 30% pone normas y el 13% limita los contenidos a los que acceden.

Además, señala los videojuegos y las apuestas como canales especialmente problemáticos. Por un lado, seis de cada diez adolescentes juegan a videojuegos al menos una vez por semana y casi un 22% creen que pueden llegar a ser gamers profesionales. El test específico GASA cifra en un 3,1% el porcentaje de adolescentes españoles/olas que presentan síntomas de una posible adicción en los videojuegos, cerca de 60.000 personas. Entre estos casos, la tasa de depresión se triplica.

Por otra parte, 70.000 adolescentes han apostado dinero online alguna vez, la mayoría chicos, algo que multiplica el riesgo de desarrollar ludopatía y duplica la tasa de depresión.

Más allá de los riesgos, el texto hace énfasis en la normalización de la violencia en las aulas y en la invisibilización del acoso y el ciberacoso. De cada diez adolescentes que sufren acoso escolar, sólo una persona lo afirma, y ​​suelen tardar meses o años en romper el silencio.

Ciberacoso y acoso no son dos fenómenos separados, consideran, ya que casi el 73% de las y los adolescentes que sufren acoso online también lo sufren offline, y en la mayoría de casos lo ejercen las compañeras y compañeros de clase. Y, de hecho, es responsabilidad de todas y todos terminar con una violencia que se retroalimenta: más de la mitad de las personas que la padecen también la ejercen.



Publicación original

Las TRIC y la adolescencia: retos y desafíos