«La tecnología es real y no es necesario ser un genio matemático para estudiarla»


Chicas TIC jóvenes es una asociación que trabaja para aproximar la tecnología a las mujeres y que este curso se incorpora al Canódromo – Ateneo de Innovación Digital y Democrática como entidad residente. Hablamos con Helena Vallès Teixidó, una de sus miembros.

Com neix Young IT Girls?

Nace en el 2017 cuando un grupo de jóvenes que están en la universidad se dan cuenta de que les costó decidirse por hacer ingeniería a causa de los estereotipos: temían que no hubiera chicas, que se les asignara el estereotipo de tía friqui que no tiene amigos, trabajar en trabajos solitarios… Se dan cuenta de que la realidad no es así. La realidad es que hay más hombres que mujeres en el sector, pero la mayoría de mujeres que trabajan no están cerradas y los trabajos requieren mucho trabajo en equipo.

Hay que cambiar esta visión desde la infancia porque si no tienes estas ideas preconcebidas.

¿Cómo acerca la tecnología a las jóvenes?

Hacemos actividades gratuitas en escuelas y centros municipales para primaria y secundaria para que vean que la tecnología es real y que no requiere capacidades extraordinarias, no es necesario ser un genio matemático para estudiarla. Promovemos la figura de las mujeres e intentamos romper estereotipos. Muchas chicas están en el sector sanitario y esto también supone un estereotipo. La tecnología es el futuro y tendrá que ser posible para todos. Por eso nos centramos en centros con menos recursos.

¿Qué hemos hecho mal hasta ahora?

Definir unos estereotipos y no romperlos. Miremos las películas y, siempre que existe un ataque informático, un hombre blanco resuelve el problema como si fuera un genio. Entonces pienso que esta tecnología está totalmente alejada de mi persona y nunca podré llegar a ser programadora o hacer un descubrimiento. Es un problema no aproximar la tecnología a los niños. Yo llegué a la universidad y nunca había programado. Ahora esto está cambiando. La programación debe ser una extraescolar aceptable y divertida.

¿Con qué situaciones se encuentra?

Pensamos que es cosa del pasado, pero lo que vemos es que no estamos cambiando tan rápido como pensamos ni estamos tan avanzados como deberíamos. Hay niñas que nos dicen que somos demasiado guapas o demasiado jóvenes para ser ingenieras. Haces un ejercicio para que dibujen a una persona del mundo de la tecnología y te dibujan Einstein, una persona que trabaja sola con el pelo alocado y la bata.

¿Pero estamos mejorando?

Creemos que las entidades como nosotros o Chicas de Tecnonovación estamos trabajando. Aún es pronto para ver el impacto, pero trabajamos en esa dirección. Es arduo contabilizar. Los porcentajes de ingenieras en las carreras no han cambiado mucho.

¿Qué necesitamos para sentirnos empoderadas para ser tecnólogas?

Nos hacen falta referentes, tener a alguien que pueda venir y decirte que tú también puedes hacerlo. Hay estudios que demuestran que las niñas tienen menos autoconfianza en según qué materias creen que son menos buenas.

Intentamos ser referentes cuando vamos a las escuelas y mostrar que somos personas normales y corrientes, y que vivimos en Cataluña (a veces parece que tengas que ser americana o rusa), que posiblemente suspendí el bachillerato y mi familia no ha estudiado una carrera , pero me he quitado telecos. No hace falta que seas el gran descubridor de la penicilina, sólo contribuir al trabajo que te gusta y tener tu proyecto.

¿Qué proyectos tiene en marcha?

Ahora hemos hecho un calendario. Cada mes es una mujer referente en ciencia y tecnología. Es nuestra forma de visibilizar a mujeres referentes. Pides nombres de mujeres y sólo se sabe Marie Curie, y esto ocurre en todos los sectores.

El 1 febrero hemos organizado un congreso con AMIT, una jornada dedicada a visibilizar el trabajo de ingenieras catalanas tanto en academia como en industria con el objetivo de generar complicidades y red. Se ha pedido que se adapte el lenguaje técnico para que pueda entenderlo cualquier persona. También hacemos el podcast #UncafèambYITG en el que entrevistamos a mujeres referentes cercanas.

¿Qué le supone incorporarse al Canódromo?

La incorporación nos irá muy bien para tener un espacio presencial para reuniones y asambleas, y guardar el material, que tenemos en un trastero. Y, sobre todo, poder estar en contacto con otras asociaciones y entidades, colaborar y aprender.





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