Acusando al planeta de «estupidez colectiva», la Organización Mundial de la Salud y diversas farmacéuticas de todo el planeta han admitido que las miles de millones de vacunas producidas y suministradas son todas placebo porque «el virus está en la cabeza de la gente, que está fatal y se lo cree todo».
«Vaya palurdos, la vacuna no es nada, pero claro… es que se os pira y era la única manera», ha explicado esta mañana Tedros Adhanom, director de la OMS. Según dice, ha sido «increíblemente divertido» ver cómo la población ha dejado «misteriosamente» de enfermar conforme había más personas vacunadas.
«La mente humana, en fin… La historia del virus y el pangolín ha calado mucho y sois muy aprehensivos y os imagináis cosas, pero bueno vuestro ‘virus’ se cura con la ‘vacuna’, guiño, guiño», ha dicho Adhanom (pronunciando en voz alta la expresión «guiño, guiño» dando a entender, claramente, que no existe la vacuna).
«Sí, sí, poneos las vacunitas y os iréis encontrando mejor», añadía poniendo caras y entre risas.
Adhabnom ha admitido que el compuesto que forma el placebo sí que podría incitar «episodios ocasionales de magnetismo».
