Los millones de fragmentos de escombros en órbita hoy son el resultado directo de ‘eventos de fragmentación’ en el pasado. De los 550 eventos conocidos hasta la fecha, los causados por la propulsión han creado la mayor cantidad de desechos espaciales.
La energía que se deja sin desechar a bordo de un satélite o del cuerpo de un cohete puede incitar explosiones. Por esta razón, las pautas internacionales de mitigación de desechos espaciales requieren que los satélites se ‘pasiven’ al final de su misión, por ejemplo, vaciando los tanques de combustible y desconectando las baterías.
Debido a estas pautas y las tecnologías de pasivación que están desarrollando la ESA y otros, esperamos que un gráfico similar para el futuro tenga muchas menos explosiones impulsadas por propulsores en el futuro. Sin embargo, a medida que aumenta rápidamente el tráfico en el espacio, se espera que aumente el número de colisiones.
Descubra cómo sabemos las causas de los eventos que generan escombros y cómo esto puede ayudarnos a prevenirlos en la articulación. Podcast ESA-ONU que narra esta infografía.