Rosa Gili ha confirmado que la ruptura con el Partido Socialdemócrata no sólo es un hecho sino que, además, no es de ahora. La cónsul mayor de Escaldes-Engordany presentó la baja como militante hace un mes. La mandataria argumentó una decisión «complicada» por el «distanciamiento» y las «divergencias» existentes con el núcleo incisivo de la formación, especialmente con algunas actuaciones del grupo parlamentario, al tiempo que ha garantizado que el común «no cambiará nada» y se seguirá aplicando «el programa con el que nos presentamos».
La ausencia de Gili en el congreso del PS celebrado sábado ha gastado por hacer público un cisma entre la política de Escaldes y la formación, con la que ha sido hasta tres legislaturas consejera general y que lideró en su asalto al común. Una rotura que, explicó, viene de lejos. Incluso de las mismas generales del 2015. Este, sin embargo, se había ido ensanchando los últimos tiempos. Sin querer ingresar en detalles, la cónsul ha puesto de relieve que «En común hay cosas que se veían de forma diferente al Consejo General».
Fuentes consultadas por Altavoz ha puesto de ejemplo el trabajo que se estaría haciendo desde el parlamento con la modificación legislativa de la Ley de Finanzas Comunales. Un aspecto que habría provocado tensión sería el hecho de que no se consultara a la corporación sobre estos posibles cambios. También habría diferencias «de forma», como el uso que desde el partido se quería hacer de las aportaciones que hacían los cargos electos escaldenc.
Al final, todo terminó petando hace unas semanas. «Quien me conoce sabe que soy blanco o negro; que me muevo mal en los intermedios «, Indicó Gili, para remarcar que «cuando hay este tipo de divergencias, algo hay que hacer». Y la decisión, «difícil y meditada», fue presentar la baja. Ha admitido que para intentar evitar que saliera adelante la marcha, se le ofreció ser primera secretaria de la formación, propuesta que rehusó por falta de «tiempo y fuerza».
También ha dejado claro que su salida del PS no variará la forma de gobernar el común. En este sentido, ha recordado que, de hecho, de los nueve consejeros elegidos, sólo dos eran militantes -ella y Celia Vendrell-. Así, afirmó que «No cambiará nada; soy la misma Rosa de siempre y me rige el programa con el que nos presentamos «.
Sobre su futuro político, Gili no quiso pronunciarse. Asegura que, de momento, no ha tenido tiempo de pensar, por ejemplo, si hay la opción de crear alguna nueva formación, aunque sea de ámbito parroquial. «No tengo la cabeza en estas cosas. HI mucho trabajo por hacer en cuestiones comunales «, Indicó. También ha afirmado que, por ahora, desde el PS nadie se le ha dirigido para reclamarle el cargo. En este sentido, ha querido remarcar que hay una diferencia con lo que sería tener un escaño en el Consejo General.
También ha querido abrir la puerta a poder recuperar una cierta relación con el PS. «No descarto hablar con él más adelante», comentó. De hecho, ha querido destacar que «todavía tengo muy buenos amigos» y «estamos abiertos a hablar con quien sea y con todas las personas» de la formación que lo deseen.
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