Formar para un futuro más justo, sostenible y feminista


Resolución del 12º Congreso de CCOO de Cataluña

La formación debe garantizar la calidad del trabajo

La formación es hoy clave para superar un modelo productivo intensivo en mano de obra que compite por vía de la devaluación de los salarios y para transitar hacia otro modelo, de alto valor añadido, donde la robustez del tejido productivo se base en la innovación y en la calidad de servicios y productos. Esta transformación es inaplazable en el marco de la revolución tecnológica y de la lucha contra el cambio climático, pero también es fundamental para superar los estragos socioeconómicos de la crisis y garantizar, así, una sociedad más cohesionada e inclusiva. El gran reto al que nos enfrentamos actualmente es el de garantizar que la transición de nuestro modelo productivo sea una transición justa. Que así sea dependerá de una formación profesional inicial que dé respuesta a la necesidad de cualificación profesional de las personas que responda a la demanda real de ocupación, así como la formación, la orientación y el compañía de las personas trabajadoras: anticipando los cambios, facilitando y acreditando competencias ya existentes, aprovechando la demanda de sectores emergentes y utilizando los recursos de los planes de recuperación y resiliencia para generar más y mejor ocupación.

Para alcanzar estos objetivos necesitamos un diálogo social real, dinámico y efectivo para hacer que las políticas de formación respondan a los intereses de las personas trabajadoras, y para garantizar que la formación a lo largo de la vida facilite el entrada y el mantenimiento de un ocupación de calidad. La integración de la formación inicial y de la formación para el ocupación, en el marco del sistema de formación y cualificación profesional de Cataluña, Supone un avance significativo, pero se ha de llenar de contenido. Garantizando pasarelas de calidad de la educación y la formación en el lugar de trabajo. Asegurando el reconocimiento y la acreditación de la experiencia profesional adquirida y los registros individuales de competencias. Facilitando la inserción y la reinserción a través de la actualización de competencias y conocimientos a lo largo de la vida profesional. Adaptando la formación profesional a las necesidades de las personas para que puedan disfrutar de trayectorias laborales estables y continuadas.

De manera complementaria a la concentración social, la formación se articulará también mediante la acción sindical. La relevancia de la formación en el marco de las políticas sectoriales reclama un tratamiento específico en el marco de el Acuerdo interprofesional de Cataluña, Que ha de impulsar la constitución de las comisiones de formación de los convenios colectivos sectoriales. Estos son instrumentos adecuados para reforzar la detección de necesidades formativas, para intervenir en servicios como la información, la orientación y la acreditación, para establecer el compañía de la formación dual en las empresas y para dotar de contenido a los futuros consejos sectoriales. La formación es clave en un momento de transición tecnológica y de transformación del modelo productivo, donde ciertas tecnologías y prácticas afrontan el riesgo de convertirse en obsolescentes y donde existe una demanda creciente de recalificación profesional. Pero, además, la formación y la orientación pueden ayudar a hacer frente a los achaques de la desigualdad y de la brecha salarial: Valorando las competencias de sectores altamente feminizados, haciendo más equilibradas en clave de género las profesiones técnicas y garantizando el reconocimiento profesional.

Formar para construir un sindicato más útil y fuerte

La formación facilita la adaptación a los cambios profundos a los que nos enfrentamos y es más eficiente cuando más se corresponde con las necesidades reales del tejido productivo y de la sociedad. por eso es clave la prospectiva a medio y largo plazo, como lo es la orientación para el ocupación, Que debe hacer posible la construcción de los perfiles profesionales individuales, partiendo de los intereses, las motivaciones y las competencias de cada persona, o la acreditación de competencias, Que valora las capacidades y la experiencia de las personas trabajadoras. La formación es inseparable del trabajo sindical para que aporta seguridad y futuro en el mundo del trabajo y tiene en el centro de trabajo su espacio de referencia.

Satisfacer las expectativas de las personas trabajadoras es entender que su estabilidad laboral depende de la orientación y la formación de calidad. No la que responde a los intereses exclusivos de la empresa, sino la que satisface, en primer lugar, sus necesidades. por esto la intervención sindical, en la definición y en la ejecución de los planes de acogida y de formación de las empresas, es un aspecto clave, Y se beneficia de delegados debidamente preparados, especialmente en las secciones sindicales con una organización interna consolidada. También lo es mediante el trabajo en las comisiones de formación de los convenios sectoriales y la actualización de los catálogos de especialidades profesionales o por la vía de la concertación de los programas y las convocatorias en el marco de formación y cualificación profesional.

Poder garantizar estos servicios reclama una obra sindical transversal que, gracias al compromiso y la implicación de toda la organización, permita situar la educación y la formación como fundamento en la construcción de un futuro más justo y sostenible.El saber y el conocimiento son los bienes y los instrumentos del aumento del capital intelectual que una sociedad requiere para alcanzar bienestar y progreso. Este objetivo no se podrá realizar si los profesionales de la educación y la formación no tienen la consideración profesional que, como agentes de cambio, se merecen, ni las condiciones óptimas para garantizar la calidad de su trabajo. La puesta en marcha del sistema no será posible si no se cuenta con ellos y ellas, ni tampoco sin la centralidad y el liderazgo que corresponde al sector público, el cual debe garantizar el funcionamiento y el entrada equitativo a los servicios públicos fundamentales, como lo son la educación y las políticas de ocupación.

La formación como herramienta que extiende y profundiza en la acción sindical facilitando un futuro mejor a las personas trabajadoras garantizará, De manera prioritaria:

  • La calidad de las condiciones en que trabajan las personas jóvenes que se incorporan vía formación en el mundo del trabajo, haciendo frente a los abusos ya la precariedad existentes.
  • La adaptación de la oferta formativa a las empresas a las necesidades reales de las personas trabajadoras para garantizar mayor calidad y estabilidad en el trabajo.
  • La mejora de las condiciones y las perspectivas profesionales de las personas trabajadoras mediante una orientación desde la proximidad a las empresas.
  • Una transformación sostenible e inclusiva de los sectores productivos desde la negociación colectiva y el diálogo social.
  • La concertación efectiva dentro del sistema de formación y cualificación profesional con recursos presupuestarios que aseguren una formación de alta calidad.



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Formar para un futuro más justo, sostenible y feminista
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