Sufrir por no tener conexión a internet y no poder responder a nuestra pareja, que controlen nuestras rutinas a través de las redes sociales, o que nos chantajeen con una imagen que han conseguido con nuestro consentimiento es violencia de género digital.
Que se lleve a cabo con medios virtuales no la hace menos real y puede tener consecuencias psicológicas y físicas devastadoras llegando a incitar incluso el suicidio de las personas afectadas.
Calala Fondo de Mujeres, Donestech, Fundación Sale, Pikara yo la UB unen experiencias para sacar adelante el proyecto Fembloc, un plan piloto para elaborar una línea de atención o ‘help line’ basada en la mirada feminista interseccional yo la ciberseguretat. Creen que es el momento después de la reforma de la ley de violencia de género el año pasado en el que se incluyó el acoso digital.
Para desarrollar el piloto, elaborarán el Marc conceptual, el marc legal, el marc interseccional, l ‘estado de la cuestión, a mapeig de todas las help lines a nivel tanto catalán como español e internacional para ver qué iniciativas están funcionando y, finalmente, informe con los datos que recojan para generar aprendizaje y recomendaciones, que se presentará en unas jornadas el próximo año.
Se podrá contactar con la línea de atención piloto a través de varios canales entre los que qué tal, Señal, correo electrónico y la página web Fembloc.cat, y las personas que denuncien recibirán atención directa con la máxima privacidad.
Si sufrimos violencia de género podemos llamar a la línea de atención telefónica del gobierno español, de la Generalitat ya la del ayuntamiento de nuestro municipio, pero no disponemos de ninguna línea de atención específica para este tipo de violencias y servicios existentes tienen algunas carencias, afirma Anna Domínguez, responsable de programas de Cala Fondo de Mujeres.
“A los servicios actuales les falta esa parte feminista de no victimización. Falta un servicio especializado en la parte digital, aunque desde Fembloc también se prestará atención psicosocial y legal”, añade.
De hecho, las entidades impulsoras confían en reforzar los servicios existentes y han mantenido el contacto con éstos para poder articular acciones conjuntamente: «Queremos que sepan que estamos aquí».