
La energía solar se reunió en el espacio lejano, que se ve aquí siendo transmitida de forma inalámbrica a la Tierra a donde sea que se necesite. La ESA planea investigar las tecnologías clave necesarias para hacer de la energía solar basada en el espacio una realidad funcional a través de su iniciativa SOLARIS. Una de esas tecnologías, la transmisión de energía inalámbrica, se demostró recientemente en Alemania ante una audiencia de tomadores de decisiones de empresas y gobiernos.
La manifestación tuvo lugar en AerobúsFábrica de innovación X-Works en Múnich. Usando rayos de microondas, la energía verde se transmitió energía verde entre dos puntos que representan el ‘Espacio’ y la ‘Tierra’ sobre una distancia de 36 metros.
La energía recibida se usó para iluminar una ciudad modelo, producir hidrógeno verde dividiendo el agua e incluso para producir la primera cerveza sin alcohol del mundo enfriada de forma inalámbrica en un refrigerador previamente a servirla a la audiencia.
Para una versión funcional de un sistema de energía solar basado en el espacio, los satélites de energía solar en órbita geoestacionaria recolectarían la luz solar de manera permanente las 24 horas del día, los 7 días de la semana y luego la convertirían en microondas de baja densidad de potencia para transmitirla de manera segura a las estaciones receptoras en la Tierra. La física involucrada significa que estos satélites tendrían que ser grandes, del orden de varios kilómetros de tamaño para generar la potencia equivalente de una central nuclear típica, y lo mismo es cierto para las ‘rectennas’ de recolección en la superficie de la Tierra.
Alcanzar esta visión requeriría avances técnicos en áreas como la fabricación en el espacio y el ensamblaje robótico, la energía fotovoltaica de bajo costo y alta eficiencia, la electrónica de alta potencia y la formación de haces de radiofrecuencia. También se emprenderán más investigaciones para confirmar los efectos benignos de las microondas de baja potencia en la salud humana y animal y la compatibilidad con aeronaves y satélites.
ESA SOLARIS – siendo propuesto a los ministros espaciales de Europa en la Consejo de la Agencia a Nivel Ministerial los días 22 y 23 de noviembre – investigará estas tecnologías, para permitir que los Estados miembros de la Agencia tomen una decisión informada sobre la implementación futura de Energía solar basada en el espacio como una nueva fuente de energía limpia y siempre activa de ‘carga base’ que complementa las fuentes de energía renovable existentes, ayudando a Europa a alcanzar Net Zero para mediados de siglo.
Además, cualquier avance logrado en estas áreas también beneficiará a muchos otros esfuerzos de vuelos espaciales, así como a aplicaciones terrestres.