ERS: 30 años de logros destacados


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16/07/2021
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La primera misión de observación de la Tierra de la ESA dedicada a comprender nuestro planeta, el satélite europeo de teledetección (ERS-1), se puso en órbita el 17 de julio de 1991, hoy hace casi 30 años. En el momento de su lanzamiento, el satélite ERS era una de las naves espaciales más sofisticadas jamás desarrolladas y lanzadas por Europa, allanando el camino para la tecnología satelital en las áreas de monitoreo de la atmósfera, la tierra, el océano y el hielo. Hoy, repasamos algunos de los logros clave de la misión.

El primer satélite, ERS-1, fue puesto en órbita por un lanzador Ariane-4 en julio de 1991, y llevó consigo las esperanzas de la comunidad científica europea. El satélite transportaba una carga útil completa que incluía un radar de apertura sintética de imágenes (SAR), un altímetro de radar (RA) y otros poderosos instrumentos para medir la temperatura de la superficie del océano y los vientos en el mar.

ERS-1 se unió luego al ERS-2 en 1995, que llevaba un sensor adicional para la investigación del ozono atmosférico: el Experimento Global de Monitoreo del Ozono (GOME). Poco después del lanzamiento del ERS-2, la ESA decidió vincular los dos satélites en la primera misión ‘tándem’ que duró nueve meses. Durante este tiempo, el aumento de la frecuencia y el nivel de datos disponibles para los científicos ofreció una oportunidad única para observar cambios en un espacio de tiempo muy corto, ya que la trayectoria del ERS-2 sobre la superficie de la Tierra coincidió exactamente con la del ERS-1 24 horas antes.

Satélite ERS-2 y aplicaciones

Las imágenes de alta resolución adquiridas a lo largo de la misma trayectoria terrestre por ambos satélites se utilizaron para generar modelos digitales de elevación y observar cambios en la superficie terrestre durante cortos períodos de tiempo. Ambos satélites superaron con creces su vida útil de diseño, y juntos proporcionaron un flujo continuo de datos de 20 años de las superficies terrestres, los océanos y los casquetes polares de la Tierra.

Estas misiones pioneras han proporcionado la base para la percepción remota de rutina en la que confiamos hoy para desentrañar las complejidades del funcionamiento de la Tierra. El éxito de las misiones ERS ha ayudado a Europa a obtener un liderazgo claro en varias tecnologías críticas y en el uso científico de la observación de la Tierra.

Mirko Albani, director de misiones patrimoniales de la ESA, afirma: “El programa ERS ha proporcionado un flujo de datos que ha cambiado nuestra visión del mundo en el que vivimos. Nos ha proporcionado nuevos conocimientos sobre nuestro planeta, la química de nuestra atmósfera, el comportamiento de nuestros océanos y los efectos de la actividad de la humanidad en nuestro medio ambiente, creando nuevas oportunidades para la investigación y las aplicaciones científicas «.

Durante su vida útil, los datos de ERS respaldaron más de 5000 proyectos que produjeron unas 4000 publicaciones científicas. Los datos archivados hasta el día de hoy nos brindan una gran cantidad de información y se mantienen accesibles y mejorados continuamente en el marco del Programa Espacial Heritage para construir series de datos a largo plazo con misiones sucesoras que incluyen Envisat, La familia de Exploradores de la Tierra y el Centinelas de Copérnico.

Celebrando 30 años de ERS

Cartografía de la tierra

La carga útil completa de los satélites ERS incluía un radar de apertura sintética para revelar la superficie de la Tierra con nuevos detalles. Los datos SAR se utilizan para muchas aplicaciones, como el monitoreo agrícola y forestal, la cartografía de inundaciones y la exploración geológica. Llevando estos datos un camino más allá, las mediciones interferométricas de SAR brindan información sobre el desplazamiento del suelo, lo que hace importantes contribuciones a nuestra comprensión de los terremotos y el hundimiento de la tierra.

Monitoreo de océanos

Temperatura de la superficie del mar de ERS

Uno de los objetivos más importantes de las misiones ERS fue entregar datos para la investigación oceánica. El radiómetro a bordo proporcionó información para mapear la temperatura global de la superficie del mar con mucha precisión. Esto condujo a observaciones novedosas de El Niño y, en consecuencia, ayudó a los científicos a comprender más sobre este fenómeno y sus vínculos con el calentamiento global.

Además, el altímetro de radar proporcionó nueva información sobre el cambio del nivel del mar. La misión ERS también demostró su potencial para proporcionar datos para detectar derrames de petróleo y embarcaciones en el mar, monitorear el hielo marino, pronosticar el viento, las olas y las corrientes oceánicas regionales, así como cartografiar el fondo del mar.

Seguimiento del hielo

Orbitando cerca de los polos, los satélites ERS capturaron una de las características de la Tierra que cambia con mayor rapidez: capa de hielo. Los datos de los altímetros ERS revelaron cómo está cambiando la altura de las enormes capas de hielo que cubren la Antártida y Groenlandia, a medida que el hielo se pierde en el océano.

Agujero de ozono sobre la Antártida

Imágenes de radar complementarias han podido mostrar exactamente qué tan rápido están avanzando los glaciares. Los satélites también mostraron cómo la extensión del hielo marino en el Océano Ártico varía estacionalmente y la tendencia general hacia la disminución de la capa de hielo.

Sintiendo la atmósfera

ERS-2 llevó el primer instrumento europeo para estudiar el ozono atmosférico, lo que supuso un gran avance en nuestra comprensión de la formación de agujeros en la capa de ozono en latitudes altas. Además de brindar información sobre el agotamiento del ozono estratosférico sobre la Antártida, el GOME proporcionó una gran cantidad de información sobre gases atmosféricos como el dióxido de nitrógeno.

La excelencia de este sensor de larga duración reside en sus sucesores: Sciamachy en Envisat y GOME-2 en MetOp.

Primera imagen del ERS-1: resolviendo el misterio



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