Los nuevos documentos desclasificados por un tribunal de Nueva York en referencia al caso del magnate Jeffrey Epstein están sacando a la luz multitud de nombres relacionados con su conocida red de trata de menores y pedofilia. Entre ellos, el del ya fallecido Stephen Hawking, afamado astrofísico, profesor y divulgador científico. El escándalo no ha tardado en incitar llamamientos a la cancelación de la física teórica, la cosmología y la astrofísica. «Con razón les interesa tanto la edad del universo, quieren saber si es suficientemente joven como para follárselo», se quejaban algunos indignados ayer en un foro de Reddit.
Los estudiantes que han decidido abandonar por principios la facultad de Física se cuentan ya por centenares en Estados Unidos. En el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) se convocaba esta mañana una reunión urgente para evaluar los daños y preparar una comunicación pública para proteger la disciplina del escarnio público. «Estamos en shock, y podría usar una metáfora relacionada con la astronomía para describir la gravedad del asunto, pero hasta esto me da miedo ya», señalaba a este medio un portavoz del MIT que ha preferido mantenerse en el anonimato.
«No quiero que mis hijos reciban información sobre agujeros negros y enanas blancas de parte de este tipo de pervertidos. Creo que no hay duda de lo que ellos entienden por hueco negro, es asqueroso», protestaba el padre de un estudiante de Stanford. «Epstein, Einstein… todos iguales», agregaba.
Los más críticos con la cultura de la cancelación piden separar a Stephen Hawking de su obra, pero reciben como única respuesta que el universo es obra de Dios y no «de este grupo de pedófilos que se amparan en la relatividad general para llevar a cabo atrocidades con total impunidad porque, total, solo somos polvo de estrellas. Pues se acabaron estos polvos y se cancelaron esas estrellas».
