El conocimiento no se crea ni se destruye;  se transforma

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“La energía no se crea ni se destruye; se transforma”. En el siglo XVIII, Antoine Lavoiser formuló esta célebre frase sobre la que se basa la Ley de la conservación de la materia. Hoy nos encontramos en un momento en el que el conocimiento, más que nunca, debe fluir y transformarse de la misma forma que se comporta la energía. Las dinámicas rígidas forman parte del pasado. Y es que, en un entorno en constante cambio, la capacidad de aprender y ser flexible es vital, una condición queecosistema TIC no nos viene de nuevo. De hecho, las empresas vinculadas a las nuevas tecnologías, por esencia, debemos transformarnos, evolucionar y adaptar.

Y en ese punto, donde confluye el contexto y la necesidad, también encontramos la respuesta. Las empresas que llevan más de 40 años especializadas en la gestión de personal tienen la responsabilidad de impulsar la creación de conocimiento teniendo en cuenta, siempre, la evolución y necesidades del mercado. Cada vez es más relevante ampliar el foco de la gestión de personas y abrir un nuevo punto de vista con un enfoque de 360 ​​grados en el que la tecnología se convierta en una herramienta que facilite una ganancia de conocimiento y experiencia en el sector: una combinación perfecta que significa un cambio disruptivo.

Pero en el camino al cambio, no debe perderse la perspectiva. Es necesario entender que juntos somos más fuertes y que el conocimiento compartido es vital. Por este motivo es tan importante formar parte del Clúster TIC, ya que las sinergias que se crean entre las empresas que formamos parte son un catalizador de la innovación en el territorio. De hecho, hoy en día podemos estar orgullosos de decir que la provincia de Tarragona es la segunda área tecnológica más potente de Cataluña. Un epicentro generador de oportunidades que necesita talento para seguir avanzando. Debemos, pues, entender que es necesario el compromiso de las empresas al formar nuevo talento que se convierta en el capital humano que necesitamos. Y así, de forma orgánica y cíclica, el conocimiento nos llevará a la transformación que los nuevos tiempos requieren.

“Es fundamental construir una marca empresarial para llegar al tipo de talento que valora las oportunidades de crecimiento profesional y su flexibilidad. Y no sólo como empresas particulares, sino como tejido corporativo territorial”

¿En este escenario es donde surge la pregunta de qué podemos ofrecer desde el territorio para poder atraer y fidelizar el talento que necesitamos? La respuesta no es sencilla, pero de lo que estoy convencido es de que la formación puede ser parte de la solución. Invertir en marca empleadora deviene muy necesario. Es fundamental construir una marca empresarial que permita llegar al tipo de talento que valora especialmente las oportunidades de crecimiento profesional y la flexibilidad. Pero no sólo como empresas particulares, sino como tejido corporativo territorial. Formamos a nuestro talento para que reconozca su potencial, ofrécemos ocupación para que sepa que es parte importante de nuestro futuro, motivémosle para que se comprometa.

Según el estudio Las claves de atraer y retener talento tech (publicado por MIOTI Tech & Business School) un 41% de los profesionales digitales querrían tener mayor capacidad para encabezar sus proyectos y equipos. Asimismo, un 38% percibe el desarrollo de un plan de carrera como uno de los aspectos clave para potenciar su motivación y compromiso con las organizaciones. Y, evidentemente, este crecimiento o promoción dentro de las organizaciones va ligado, en muchas ocasiones, a la necesidad de ampliar el conocimiento en diversas áreas. Un ejemplo más de que el conocimiento no se crea ni se destruye, se transforma.

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El conocimiento no se crea ni se destruye; se transforma