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22/04/2021
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André Kuipers es uno de los pocos astronautas que ha tenido que ‘refugiarse en el lugar’ de un merodeador basura espacial.
En 2012, se vio un fragmento de escombros que se dirigía hacia la Estación Espacial Internacional. Su órbita era complicado de predecir, pero parecía que podría pasar a una distancia de aproximadamente 10 kilómetros: eso significaba código rojo.
El astronauta de la ESA André, junto con sus compañeros de viaje, tuvo que buscar cobijo en las dos naves espaciales Soyuz que funcionan como casas seguras y botes salvavidas. Afortunadamente, los escombros pasaron a salvo. Hablamos con André sobre como fue esta experiencia, y también a su esposa Helen, quien relata el momento exacto en que se enteró.
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