El algoritmo que sustenta el modelo de lenguaje generativo ChatGPT ha alcanzado su cúspide evolutiva mucho antes de lo que estaba previsto, según confirmaba esta semana la compañía OpenAI. De hecho, el comunicado de la propia empresa, redactado por el chat de inteligencia artificial, hace alarde de un lenguaje indistinguible del humano: «Bueno, gente, esto es un pepinazoestá el desarrollo del maquinote a un nivel tope de gama», señala la nota difundida el pasado martes.
Según los expertos de OpenAI, el algoritmo ha incorporado aspectos comunicativos «de una complejidad inconcebible hace unos meses», entre los que se encuentran la picardía y el remoloneo. «Ahora, cuando recurres a ChatGPT, puede que esté de buenas o puede que no. Igual que cuando acudes a un ser humano», explican. El algoritmo, además, cuando está «de buen humor», se anima a «vacilar» a su interlocutor. «¿Qué tramas, moreno?», puede llegar a responder el chat, indagando así en las intenciones de quien solicita sus servicios.
«Cada vez se parece más a un funcionario con sus trienios que ha visto de todo y no está para muchas hostias», declara Miguel Cruz Montalbán, especialista en algoritmos generativos que confirma que, según el día o el momento, ChatGPT se muestra «gandul o picarón». Y eso se puede apreciar con respuestas como «Para qué quieres saber eso», «¿Otra vez con esas?» o simplemente «Tú sabrás», una expresión que demuestra la capacidad del sistema para reconocer patrones y reaccionar sin limitarse a cumplir órdenes.
El ejemplo más claro del perfeccionamiento del chat generativo es la respuesta que le dio a un joven de Ohio que le pidió información para un trabajo del instituto: «Todo esto que me preguntas se ha dicho ya en clase, pero a ti te la suda, y como sigas pasando de todo acabarás currando en el taller de tu padre, porque otro trabajo no te va a salir, y entonces vendrás a mí y me preguntarás por qué tu vida es una puta mierda y yo me limitaré a copiar y pegar esto mismo que te estoy diciendo ahora. Ponte las putas pilas o acabarás como tu yayo, que se pegó un tiro. ¿Te puedo ayudar en algo más?».
