/ (*11*)Ayuntamiento de Aspe
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Un profesor de Educación Física de un instituto del municipio de Aspe, en el Vinalopó Medio, ha sido condenado a once años y un día de prisión por un delito continuado de abusos sexuales cometido sobre una de sus alumnos, de 14 años . La sentencia, dictada por la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante, también le impone 15 años de inhabilitación para el ejercicio de su profesión como docente o para cualquier otro puesto de trabajo que implique relación directa o contacto con menores. Los hechos se produjeron durante el curso escolar 2015-2016, cuando la menor cursaba segundo de bachillerato.
El tribunal establece que el ahora condenado y la víctima establecieron una relación cercana al principios de curso pero no fue hasta el final de junio cuando el profesor le pidió que acudiera con él en el despensa donde se guardaba el material deportivo, donde intentó besarla. El docente sí logró besar su alumna, además de practicarle diversos tocamientos en los genitales, según la resolución judicial. Luego la víctima quedó con el procesado a través de Whatsapp para que acudiera a una especie de despensa anexo a la vivienda propiedad de sus padres, acondicionado como apartamento, donde ambos mantuvieron relaciones sexuales completas al menos «en cinco o seis ocasiones» , cuando ya había consumido el curso escolar.
El profesor, que se había acogido a su derecho a no declarar durante la instrucción de la causa, negó durante el juicio que hubiera abusado de la menor y mantenido relaciones sexuales con ella, aunque sí admitió que entre todos dos se había establecido un vínculo de confianza que condujo a que se originaron ciertos «sentimientos de enamoramiento».
Por el contrario, la alumna relató en el juicio los contactos sexuales concertados con el procesamiento a través de mensajes telefónicos y aseguró que el profesor le había impuesto dos normas: no contar a nadie lo que estaban haciendo y borrar las conversaciones telefónicas, demostrando -le que lo había hecho con capturas de pantalla de su móvil. El tribunal da credibilidad al relato de la menor tras concluir que no se había avisado la existencia de móvil espurio, de venganza o de animadversión hacia el acusado.