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El gobierno de Manresa expone a través de este comunicado que no asistirá a ninguna de las dos manifestaciones convocadas en relación con la seguridad y, en consecuencia, no se adherirá a ninguno de los manifiestos impulsados por las personas y entidades que las organizan.
El gobierno es conocedor de la preocupación de buena parte de la ciudadanía en relación con la seguridad y el civismo de la ciudad, una preocupación que el gobierno comparte, y entiende que haya personas que quieren manifestarse para hacer sentir su enfado. También es conocedor de que hay entidades que han alertado de que se está vinculando la inseguridad a determinados colectivos, lo que está generando oleadas de mensajes racistas y xenófobos, sobre todo en las redes sociales.
Todas las preocupaciones son válidas, el gobierno las comparte todas, pero entiende que cada uno debe trabajar desde el lugar que le corresponde y con la responsabilidad que le corresponde. En el caso del gobierno, desde el Ayuntamiento. Su tarea es gobernar, tomar decisiones y actuar.
En este sentido, se informa que ya se ha convocado una nueva Mesa por la Seguridad, Civismo y Convivencia, que tendrá lugar el próximo 17 de octubre, con la presencia del Consejero de Interior, Joan Ignasi Elena Garcia. Una Mesa que incorporará a más actores y más entidades de la ciudad que trabajan a favor de la cohesión social y en la lucha contra las desigualdades, y representantes de agentes sociales y económicos de la ciudad.
En la Mesa está previsto dar cuenta y debatir conjuntamente las diversas medidas para mejorar la seguridad, la convivencia y el civismo en la ciudad. Algunas ya se han empezado a salir adelante (convocatoria de nuevas plazas de policía; refuerzo de la presencia policial; próxima incorporación de un comisionado de seguridad y civismo; apertura de la comisaría compartida entre Mossos y Policía Local; refuerzo de la ordenanza de civismo y de los proyectos sociales, etc.) y otros se expondrán en la mesa y se implementarán próximamente.
La seguridad es una prioridad del Ayuntamiento y del gobierno: no puede permitirse que haya ciudadanos y ciudadanas que no se sientan seguras en su ciudad. El gobierno es consciente de la situación y le afronta de cara. Sin embargo, hay que poner de manifiesto que se trata de una problemática de país. Estos últimos días hemos visto ejemplos diversos, más graves que los hechos de Manresa, en ciudades como Vic, Molins de Rei, Barcelona, Figueres o Reus. Las desigualdades son crecientes en Cataluña y en Europa, y debe hacerse frente a ellas de forma transversal.
El gobierno local, junto con los cuerpos policiales, está destinando todos los esfuerzos y recursos posibles. Fruto del trabajo policial, esta última semana se han producido once detenciones, que seguirán el curso de la justicia. Pero hay que subrayar que sólo con más policía no vamos a alcanzar una ciudad segura, cohesionada y libre de desigualdades. Se trata de una problemática compleja, que debe ser abordada de forma transversal y también a través de políticas de cohesión social.
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