Cómo afrontan las entidades y oficinas de voluntariado universitario en 2021?


Dar una vuelta por los campus universitarios en período de pandemia es poco menos que desolador. Aulas cerradas, recintos prácticamente vacíos y más silencio del habitual nos transportan a una realidad muy alejada de lo que se conocía hasta ahora. las clases telemáticas y las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia han precipitado un cambio de hábitos que ha afectado a toda la comunidad universitaria, Desde el profesorado y el alumnado, a las entidades y oficinas de voluntariado universitarias.

Estas organizaciones ofrecen a la comunidad estudiantil la oportunidad de participar activamente de la sociedad incidiendo en el desarrollo de competencias transversales con el objetivo de promover su desarrollo integral y contribuir a su formación como ciudadanos y ciudadanas activas y responsables socialmente.

La pandemia yo la no presencialidad en las aulas ha trastornado el día a día de estas entidades universitarias que se preguntan, con incertidumbre, hasta cuando durará todo ello, como darán respuesta a las nuevas emergencias sociales que se deriven y cómo afectará todo el presupuesto de la entidad. Hemos hablado con algunas de estas oficinas de voluntariado para conocer cómo afrontan en 2021.

Adaptar la tarea a las necesidades del momento

La pandemia y la anulación de las clases presenciales ha obligado a suspender algunos de los programas de voluntariado presencial que los entidades universitarias tenían en marcha. Pero, gracias a el esfuerzo de adaptación y la creatividad de estas organizaciones, muchas actividades y formaciones se podrán salvar y adaptar a las necesidades de este 2021.

La Noelia Rivas, Técnica de voluntariado del Servicio de Atención a la Comunidad Universitaria de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Afirma que «tendremos que replantear actividades presenciales y pensar en nuevos formatos. Las actividades de formación son las más sencillas de adaptar gracias a las herramientas digitales que tenemos hoy en día pero, con las intervenciones presenciales es más difícil «.

Aún así, la Noelia nos pone un ejemplo de un proyecto de intervención si podrán mantener: «el proyecto Horizontes, Que se basa en hacer intervenciones en centros de secundaria se mantendrá este 2021. Se ha hablado con los centros y la adaptación implica reducir las sesiones presenciales, minimizar los voluntarios que asistirán y crear grupos burbuja «.

La Gemma Ros, Responsable de cooperación y voluntariado de la Universidad de Girona (UdG), Explica que en marzo de 2020 tuvieron que detener el voluntariado presencial pero rápidamente se adaptaron para poder ofrecer voluntariados en línea o por vía telefónica que las entidades pedían: «se realizó teleasistencia a personas mayores ya otros colectivos vulnerables, actividades lúdicas con niños con cardiopatía y apoyo de conversación en catalán para personas recién llegadas». A pesar de las dificultades, la Gema confía en mantener esta actividad durante el 2021.

Desde el Área de Voluntariado de la Fundación Autónoma Solidaria (FAS), la Sara Martínez asegura que durante el 2021 «continuaremos apostando por el voluntariado pero con acciones y formas de hacer nuevas y ajustadas a cada programa y en la situación actual» y añade que «muchas de estas actividades serán en formato virtual con protocolos específicos y en constante revisión para hacer -lo de forma segura y efectiva «.

Asimismo, la entidad mantendrá seguimiento y formación de los personas voluntarias de forma virtual.

Reto común: seguir siendo el espacio de referencia del voluntariado universitario

Preguntada sobre los retos que se marcan este 2021, la Noelia Rivas afirma que a la UPF intentarán «no perder las actividades de voluntariado y evitar que los estudiantes pierdan las ganas de hacer y caiga la participación» y se muestra optimista en remarcar que a pesar de la pandemia, «nuestros estudiantes implicados en los proyectos de voluntariado y las entidades con las que trabajamos han adaptado muy bien a la situación «.

Manteniendo esta visión optimista, la Sara Martínez explica que este año confían «a continuar siendo elespacio de referencia del voluntariado en la UAB «y marca como reto del equipo que gestiona el voluntariado» la capacidad de adaptación y de reacción a los cambios constantes de la situación, lo que implica tener previstos varios escenarios alternativos y decidir qué se pone en marcha en cada momento en función de las normativas y restricciones. «

Asimismo, la responsable del área de voluntariado de la FAS cree que tienen el reto de mirar a la sociedad y «estar en disposición de recibir propuestas y de dar respuestas a las nuevas necesidades, aunque ello suponga salir de la zona de confort y innovar aprovechando la experiencia que el entorno universitario proporciona».

Principal dificultad: la actividad universitaria ha quedado reducida a las clases en línea

las principales dificultades que prevén este 2021 giran en torno a las limitaciones que supone el hecho de que los y las estudiantes no estén asistiendo de forma presencial a las clases y las restricciones de movilidad. «Cuesta más hacer llegar la información de las actividades extraacadémicas y motivar al alumnado para la actividad universitaria ha quedado reducida a las clases en línea» nos dice la Noelia.

En la otra banda, La Sara también pone sobre la mesa la dificultad de gestionar la incertidumbre: «Como cualquier otra entidad social, los equipos estamos cansados ​​y cuesta mantener la motivación hacia un trabajo que te obliga a hacer y rehacer de manera constante y donde el impacto menudo se reduce».

Por último, la Sara también ve como dificultad para este 2021 la complejidad para cuidar las relaciones ya que «hemos notado que los equipos de personas voluntarias y trabajadoras necesitan sentir el calor de los demás. La virtualidad es efectiva, pero no siempre responde a esta necesidad. Un miembro del equipo de estudiantes nos comentaba que ir a la universidad, en la oficina y hacer el trabajo acompañado le hacía sentir que todo era un poco más normal «.

Oportunidades: Más competencias digitales y más impacto en las redes sociales

Las tres protagonistas coinciden en afirmar que a pesar de las dificultades, hay que mirar adelante y agarrarse a las nuevas oportunidades que se derivan. la Gema pone como ejemplo «el impulso que la pandemia ha dado a la adaptación de los cursos de formación Alabama formato en línea, Lo que ha permitido a los estudiantes poder hacer desde casa y en cualquier momento del día, facilitando la participación «.

Otra oportunidad derivada de la pandemia ha sido el conocimiento y la formación adquiridos con las herramientas virtuales, Aprendizajes que según la Sara, «Ya se quedan con nosotros». Además, la responsable del Área de voluntariado de la FAS remarca que la nueva realidad «nos ha permitido ser más eficientes, dejar atrás algunas formas de hacer y perder el miedo a probar ideas nuevas».

Por último, la Sara también ve como oportunidad el crecimiento en presencia e impacto que la FAS ha tenido a las redes sociales y asegura que «como la valoración que hacemos es muy positiva, hemos decidido poner manos a la obra y formarnos en este ámbito».



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