07/11/2022
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¿Cómo puede Europa explotar sus fortalezas técnicas, industriales y financieras para garantizar que siga siendo cabecilla en el transporte espacial en la década de 2030 y más allá? ¿Cómo pueden la ESA, las agencias e instituciones espaciales nacionales de Europa y los socios industriales establecidos y nuevos coordinar mejor sus esfuerzos para hacer frente a la competencia mundial que exige innovación y reducción de costes?
Estas fueron solo algunas de las preguntas discutidas durante una conferencia de mesa redonda organizada por la ESA los días 27 y 28 de junio en Palermo, Sicilia. El evento, denominado “Visión compartida para el futuro del transporte espacial en Europa”, contó con la presencia de más de 100 representantes del sector espacial europeo que discutieron los desafíos técnicos y políticos que configuran el mercado del transporte espacial.
Giorgio Tumino, asesor técnico jefe de transporte espacial de la ESA, ha liderado un esfuerzo de un año para identificar las características de una futura infraestructura de transporte espacial europea capaz de igualar la intensa competencia técnica y comercial procedente de EE. UU., China, Rusia e India.
La mesa redonda de Palermo se llevó a cabo para comenzar a desarrollar esta “Visión 2030+” de un sector espacial europeo organizado para satisfacer las demandas técnicas y de mercado de las próximas décadas. Tumino dijo: “El evento fue extremadamente fructífero. Subrayó la necesidad de consolidar una visión europea que reúna a todos los actores”.
Varios temas dieron forma a la discusión, que reflejaron las diferentes necesidades de los actores establecidos de la industria espacial y sus competidores emergentes. Un tema fue el papel de la ESA; ¿debería encabezar la definición y el desarrollo de productos de lanzadores institucionales europeos, o debería apoyar los esfuerzos empresariales de la industria para definir y desarrollar productos?
Los participantes subrayaron que la ESA debería actuar como un «cliente ancla»; es decir, cambiar su enfoque hacia los servicios. Pero mientras algunos están a favor de alejarse de la compra de tecnologías específicas o la creación de productos, otros quieren que la ESA continúe desempeñando un papel más centrado en el producto. Es decir, utilizar su solidez técnica y financiera para «eliminar riesgos» activamente de tecnologías que se espera que se conviertan en habilitadores críticos de los requisitos institucionales pero que no pueden ingresar al mercado rápidamente.
Otra preocupación se centró en el tamaño limitado del mercado de lanzamiento europeo. Algunos participantes temen que demasiada competencia intraeuropea corre el riesgo de empobrecer la infraestructura instalada y la experiencia acumulada por las agencias y la industria.
Aquí, un tema que surgió de la reunión de Palermo fue que la ESA debería generar más inversiones comerciales al iniciar «adquisiciones competitivas» en nuevas actividades.
Este tema de igualar la cooperación y la competencia caracterizó la discusión de una posible estrategia, que es identificar «bloques de construcción» tecnológicos comunes. Esta propuesta vería tecnologías comúnmente disponibles compartidas en muchas aplicaciones para generar economías de escala que mantienen bajos los costos en mercados institucionales más grandes.
Palermo reveló que los contratistas principales y las empresas heredadas apoyan este enfoque y acordaron que compartir tecnologías generaría volumen y mejoraría la competitividad internacional. Sin embargo, las empresas más nuevas expresaron su preocupación de que este enfoque corría el riesgo de crear monopolios; prefieren imitar la llamada táctica «spin-in» de tomar prestadas tecnologías que han sido desarrolladas por industrias más grandes, como la automotriz.
En términos generales, los participantes acordaron que no se necesitaban componentes básicos para subsistemas más ligeros, donde la integración vertical fomenta la competencia y estimula la innovación.
El tema de la competencia europea en la exploración espacial humana fue ampliamente discutido. Aquí, los participantes vieron la necesidad de dominar las tecnologías que permiten el sostenimiento de la vida humana en condiciones muy difíciles.
Algunos participantes observaron que el tiempo de anticipación en el desarrollo de capacidades de vuelo espacial humano significa que las decisiones sobre su búsqueda deben tomarse ahora.
La percepción de que la competencia europea en la entrega de carga era un trato justo para el transporte de astronautas se consideró un primer camino, pero no suficiente, para Europa. Y, señalaron los participantes, el impacto inspirador del esfuerzo de los vuelos espaciales tripulados sería mucho mayor si los primeros astronautas europeos en viajar a la Luna volaran desde el puerto espacial europeo con un sistema de transporte europeo.
Un punto de acuerdo fue que Europa ofrece servicios de transporte espacial de muy alta calidad. Se señaló que Europa ofrece servicios de lanzamiento sobresalientes desde su puerto espacial en la Guayana Francesa, y muchos clientes internacionales regresan repetidamente debido a la calidad y confiabilidad.
Daniel Neuenschwander, Director de Transporte Espacial de la ESA, calificó el evento de Palermo como un hito clave: “Tenemos un ambicioso plan de transformación y el Espíritu de Palermo lo respaldará. Europa se está construyendo sobre una base sólida, técnica y comercialmente, y se está adaptando a un mercado espacial que cambia rápidamente, por lo que es alentador ver un compromiso tan intenso y una disposición para acelerar.
“Trabajar juntos es el estilo europeo y esa es nuestra mayor fortaleza”.
