Una hoja de ruta hacia la madurez digital que no deje a nadie atrás


Internet nos permite estudiar, teletrabajar y estar leyendo ahora mismo esta noticia. Si no tenemos entrada se vulneran, por tanto, derechos humanos como el derecho a la educación o el derecho a la información. Para garantizar el entrada hay conectividad y dispositivos óptimos y asequibles y, sobre todo, unas competencias digitales.

Hasta aquí todas las participantes del m4 Día social de este año, centrado en Internet como derecho fundamental, estaban de acuerdo. Y es que, como bien ha dicho Ricard Faura, jefe de Servicio de Inclusión y Capacitación Digital de la Generalidad de Cataluña, «sabemos lo que hay que hacer, pero no sabemos cómo hacerlo».

Un informe que pide cooperación

Por ello, Roger Civit, director de la Mesa de entidades del Tercer Sector Social de Cataluña, ha presentado el informe de m4Social Internet, derecho fundamental: propuestas para reducir la brecha digital y social ‘.

El texto elaborado por La Mesa del Tercer Sector, FemProcomuns I Observatorios DESC expone la situación y pone deberes en la Tabla, a las entidades ya las administraciones en relación al desarrollo legal de normativa ya la incidencia política.

Un informe que pone de manifiesto que es necesario tener «un mapa vial sobre cómo abordamos la brecha digital «, dijo Xavier Trabado, representante de m4Social a la Junta Directiva de la Mesa, y ha añadido la necesidad de un mapa global para saber qué hacemos en las escuelas, en el Tercer Sector, los ayuntamientos ya las comunidades para medir y evaluar la situación.

La responsabilidad es, pues, compartida. «Hay que ponerse las pilas para que el acceso a internet sea un derecho universal», dijo la presidenta de la Mesa, Francina Encina, que ha abierto el acto planteando la tarea como «un reto de la humanidad» que se debe servir de la inspiración de aquellos países más avanzados en la materia.

En este sentido, la consultora de investigación independiente y profesora la Universidad de Bristol, Patricia Lucas, Y la directora de la agencia de investigación sin ánimo de lucro Frame, Rosa Robinson, Explicaron su investigación sobre pobreza de datos en el Reino Unido que pone en evidencia que las personas con menos ingresos tienen menos entrada a internet de calidad.

También la experta en políticas públicas y product manager en Proud Engineers, Hille Hinsberg, Expuso el caso de Estonia, Pionera en la digitalización mediante una identificación única y segura, que permite hacer gestiones en el sector público y privado, y que promueve la participación de la ciudadanía. Una identificación similar se intentó sacar adelante en Cataluña, pero fue suspendida por el ‘decretazo’ digital, recordó Faura.

El primer camino: saber dónde estamos

No siempre somos conscientes como sociedad de la realidad y la pandemia nos ha cogido con el trabajo a medias. Lluís Torrens, Director de Innovación Social en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​ha admitido que las escuelas no estaban preparadas para hacer frente la digitalización que ha exigido la pandemia. De hecho, un 25% del alumnado de la ciudad no pudo seguir las clases o porque las familias no estaban preparadas o porque las escuelas tampoco lo estaban.

Las administraciones no habían previsto esta situación porque había un sesgo positivo a las estadísticas, especialmente entre los colectivos más vulnerables, y la gente decía estar más digitalizada de lo que realmente estaba. Un ejemplo ha sido la solicitud del ingreso mínimo vital, con más de un 80% de peticiones rechazadas por déficits en la presentación de documentación o duplicidades.

Para ello hay que abrir espacios de debate y escuchar las experiencias de los diferentes colectivos. Por ahora sabemos que un 20% de las personas atendidas por las entidades no pueden consentir a internet cuando quieren. La principal causa es el coste y la segunda es la falta de habilidades.

Colectivos vulnerables, exclusión digital

No podemos hablar de brecha digital sin hablar de brecha social ni de pobreza estructural, de salarios mínimos, incluso de pobreza energética y otros derechos no garantizados, como ha subrayado Héctor Santcovsky, Director de Desarrollo Social y Económico de la AMB.

La responsable del think tank de la Digital Future Society, Carina López, Señaló la brecha digital de las pymes y la falta de planteamientos colectivos en la digitalización de sectores privados como el bancario, así como la intensidad de los procesos de digitalización en los trámites a los que se enfrentan justamente los colectivos más vulnerables , una experiencia que agrava la exclusión social.

Estas personas son también las que sufren más observación masiva y discriminación agorítmica, apunta el especialista en innovación social digital Liliana Arroyo. Por lo tanto, «más que de acceso tenemos que hablar de calidad de uso», dice Arroyo, que apuesta por incluir esta mirada crítica en procesos decompañía de capacitación digital haciendo un símil de la madurez digital con el conocimiento que logramos para circular por la calle.

Subraya la urgencia de este conocimiento para la educación de las nuevas generaciones, que ha calificado además de «huérfanos digitales» que de «nativos digitales».

La mirada empresarial de todo ello lo ha puesto Julián Vinue, Gerente de innovación digital de Telefónica, que ha explicado las formaciones en digitalización gratuitas que ofrece la empresa tanto en infancia como personas mayores, y también a personas adultas en relación a los puestos de trabajo más demandados.

Vinue ha sacado pecho de las inversiones en infraestructuras y ha aprovechado para reclamar más colaboración pública en las administraciones y que se revisen los impuestos de la conectividad y de los dispositivos.

Sobre el terreno

La jornada de reflexión deja mucho trabajo por hacer sobre la mesa de las participantes en el acto, que ha contado con una intervención y mención especial para la red Omnia, Coordinada por Colectivo, Antiguo TEB, el primer telecentro de Europa, situado en el barrio del Raval. La Red Omnia ahora está formada por 130 puntos digitales con ordenadores, internet y profesionales que hacen compañía.

Faura ha reivindicado también otras iniciativas catalanas pioneras como la red Punto Tic, el Citilab de Cornellà, el Observatorio de Ciberseguridad o el domini.cat. «Tenemos un capital que debemos saber aprovechar para no empezar desde cero». Ya sabemos qué experiencias nos gustará sentir el próximo m4Social day.



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