‘Traffickers’, ‘dropshippers’ y otras estafas y estafados que ya están en Andorra


Tenía que pasar más pronto que tarde. El confinamiento y la inestabilidad económica y laboral que nos acompaña desde principios de 2020 ha dado lugar a nuevas modalidades de estafas de baja intensidad en el mundo de la formación, basados ​​en su mayoría en promesas de libertad financiera con poco esfuerzo. Reclamos como ‘sé tu propio jefe’, ‘descubre la profesión de futuro con demanda asegurada’ y ‘cambia tu vida: sé nómada digital’ salen por todo Internet desde el año pasado, principalmente en espacios publicitarios pagados y en centenares de webs y vídeos de bajo coste creados por los mismos damnificados, que inundan buscadores y YouTube.

Y el fenómeno ya ha llegado a Andorra.

Este negocio, de características sectarias (las técnicas de pertenencia al grupo para aislar las víctimas de los críticos son las habituales en sectas religiosas), lleva como eje principal la idea de que no hay que estudiar una carrera (ni esforzarse demasiado, de hecho) para convertirse en un profesional de éxito en Internet, teniendo como público objetivo principalmente personas sin formación superior o de arduo inserción laboral, víctimas fáciles de promesas de este tipo.

«¿Cuál es el negocio? Normalmente, una primera oferta de formación gratuita de pocos días, su penetración se fundamenta en contenidos 100% motivacionales, que finalmente lleva a la venta del producto real: cursos sin ningún tipo de valor técnico profesional, con precios que pueden alcanzar los 4.800 euros con financiaciones muy agresivos «

¿Cuál es el negocio? Normalmente, una primera oferta de formación gratuita de pocos días, su penetración se fundamenta en contenidos 100% motivacionales, que finalmente lleva a la venta del producto real: cursos sin ningún tipo de valor técnico profesional, con precios que pueden alcanzar los 4.800 euros con financiaciones muy agresivos. Pero no todo acaba en el precio escondido y en la venta motivacional: este negocio presenta situaciones tan absurdas como garantizar que al finalizar el curso los alumnos tendrán un cliente … que es lo mismo instituto ‘, que comisiona al alumno la venta de nuevos cursos a nuevos clientes, sin percibir salario. Para entender el grado de locura al que llegan estos nuevos ‘vendedores de enciclopedias’, muchos de ellos llegan a hacerse fotos y vídeos a casas y coches de lujo alquilados específicamente para ello, técnica surrealista que explican a los mismos cursos, por colgarlo en las redes sociales y así poder vender un hipotético éxito económico y captar así nuevos candidatos para continuar el negocio, ya que siendo estructuras piramidales el objetivo finalmente no es ‘la nueva profesión’, sino que nuevos incautos entren en el sistema comprando uno y de nuevo el producto-anzuelo: el curso.

Estos negocios-milagro seguramente ya han pasado por las pantallas de todos los lectores y se llaman ‘traffickers’ digitales, expertos en ‘trading’ y ‘dropshippers’, pseudo nuevas profesiones que ya han arruinado a muchas personas. Y la estafa ha llegado a Andorra al punto tal que a un medio nacional ya le hicieron una entrevista a uno de estos ‘profesionales’ en su portada, personaje que en su web sale en fotos con uno de los principales denunciados por estafa en España de estos institutos ‘, dejando de lado la detención en enero en nuestro país del responsable de unas formaciones de’ trading ‘. Pero hay más …

Es el lado oscuro de la casi libre difusión de contenidos en Internet, estafas que es fácil evitar haciendo cada uno la parte que le toca: la administración controlando la existencia de estas ofertas ‘, y persiguiéndolas, y los usuarios, simplemente, volviendo al viejo dicho: ‘no hay duros a cuatro pesetas’.



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