La pantalla de color verde. Aquel ruido y puntos negros … Mi primer ordenador lo compraron mis padres. No pocas disputas tenía con mis hermanos para ver a quién le tocaba. Cuando lo tenía por mí aprovechaba para jugar al tenis y reproducir lo que nos enseñaban en la asignatura de informática (5 print, 10 print, imput …) Quién me diría a mí que, años después de aquel ON, tendría la oportunidad y la responsabilidad de trabajar para mejorar la relación de la ciudadanía con la administración a través de lo que llamamos las TIC, las Tecnologías de la Información y Comunicación, desde la Diputación pero también como teniente de alcalde del Ayuntamiento de mi pueblo, Vilalba dels Arcs.
Hoy en día es imposible hacer OFF y imaginarnos nuestro día a día sin la tecnología o Internet. Tenemos presentes las TIC en la medicina, la educación, el turismo, el ocio y la vida social … También en la agricultura, la alimentación o el bienestar. En nuestro sitio de trabajo. Y en nuestra relación como ciudadanos con la administración, especialmente en el último año ya raíz de la pandemia, cuando nos hemos familiarizado con términos como el teletrabajo, la carpeta ciudadana o el registro electrónico y la firma electrónica (de los pesados que pueden fueron algunos de los trámites podemos hablar en otro artículo … y no siempre el problema es la informática).
En todo momento estamos conectados. Eso si, no en igualdad de condiciones. Algunos, más bien, parece que estamos desconectados. La pandemia ha puesto luz al papel que deben jugar las TIC para favorecer la repoblación rural. Es indispensable que los que vivimos en las zonas rurales tengamos las mismas oportunidades que los que viven en grandes ciudades. Para tener un futuro en nuestro pero también para atraer nuevos habitantes. Desde la administración, tanto en el ámbito local como supramunicipal, batallamos y batallamos. Como ya sabéis, estamos avanzando en el despliegue de la fibra óptica por toda la demarcación para que sea posible la conexión a todos los municipios y que puedan contar con un servicio, a estas alturas, imprescindible para trabajar y estudiar y, en definitiva, eliminar la brecha digital.
Ahora bien, también hay que decirlo (y permítanme el paréntesis): los pueblos no dejamos de ser clientes y de estar en manos de las operadoras, que son las que tienen que hacer llegar la fibra a cada una de nuestras casas . Y cuando vamos a llamar a la puerta para saber cuando tendremos este servicio -que, en algunos casos, la esperamos desde el 2018- nos dicen que hacia finales del 2023. Claro que entendemos que es caro extender la fibra a los municipios . Pero que no es cara también la luz o el agua? Si, tenemos conexión ADSL, pero pagando más y con una lentitud que ni cuando íbamos en carro. Merecemos el mismo trato.
Ya lo veis, las TIC ya no son un valor añadido, son un valor necesario. Por ello, hay apostar fuerte. Y tener paciencia … nada va más deprisa que la tecnología y, al mismo tiempo, tan lento. También hay que valorar y respetar un sector que, como muchos otros y fuera de etiquetas que a menudo llevan, trabaja 24 horas al día 365 días al año, y muchas veces en la sombra (hasta que nos cae Internet). Desde nuestras administraciones públicas, el conjunto de servidores públicos seguiremos trabajando para ofrecer agilidad e innovación a nuestra ciudadanía. Lo hemos demostrado en el último año. En el caso de la Diputación, por ejemplo, ofrecemos asesoramiento tecnológico municipal, sistemas, infraestructuras, comunicaciones, gobernanza, y hasta 127 aplicaciones! Trabajamos velando por la ciberseguridad de las administraciones, para hacer posible el día a día, las reuniones de trabajo a distancia y agilizar los trámites, más allá de las redes sociales o firmas electrónicas. Todo ello también son TIC. Ahora, también colaboramos con las áreas 5G del Camp de Tarragona y de las Tierras del Ebro y hemos presentado proyectos para alcanzar fondos de los Next Generation para seguir mejorando la administración local. Tareas, día a día y gota a gota, muchas veces invisibles pero imprescindibles y necesarias. No le podemos dar el OFF a la tecnología.
