Ver la película proyectada en la clase ha sido una experiencia única. Es emoción intensa ya la vez silencio, no saber qué decir, inesperado ya la vez también muchas pequeñas cosas, detallitos empiezan a decirse pero en realidad tienen poco que ver con la satisfacción compartida de un resultado muy por encima de lo que imaginábamos.

Iniciamos una sesión más donde empezamos a decirnos todo lo que nos hace pensar la película proyectada por segunda vez con nuevos arreglos acordados. Lo primero que nos viene son todos los aprendizajes técnicos, los más recientes, sobre todo a lo largo del rodaje y la edición. Pero vamos tirando atrás y recordamos como habiendo llegado a grandes acuerdos sobre la película supieron cambiar de opinión para hacer emerger otros aspectos y volver a poner de acuerdo. Como hicimos posible llegar a una idea de película porque primero fuimos capaces de exponer pequeñas vivencias, compartir experiencias e identificar emociones compartidas, generando espacios de aula vivenciales, únicos y difiícils de explicar.

Tirando más atrás todavía pero con la experiencia del curso pensamos que filmaríem más planos, que tendríamos una actitud más participativa, que compartiríamos más ideas, que seríamos más pacientes y estaríamos más atentos. Esto es lo que queremos decir a los de sexto cuando empiecen el proyecto de cine el próximo curso.



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Repensamos el proceso de la película