Llega el fin del curso escolar con la vista puesta en el próximo, que comienza el 8 de septiembre y estará marcado por el avance de la vacunación y la disminución de contagios. Aun así, se mantiene la obligatoriedad del uso de la mascarilla.
También se mantienen los grupos burbuja, pero con ciertas diferencias: se disminuye la distancia obligada de seguridad y, por tanto, se incrementa la ratio. Ahora en las aulas podrá haber 25 alumnos, el máximo permitido por la normativa. Esta medida preocupa el profesorado, que ya pedía una disminución del ratio previamente a la llegada de la pandemia para poder ofrecer una atención más personalizada al alumnado. Así lo ha expresado Marc Candela del sindicato STEPV en declaraciones en À Punto.
Otra novedad es que se permitirá al profesorado especializado y el personal de apoyo la entrada a las aulas de los grupos de convivencia estable. Es una medida que la Consejería de Educación justifica por la inmunización del profesorado y que las asociaciones de padres y madres aprueban porque, según explica Rubén Pacheco de la FAMP, se pierde calidad de enseñanza si este profesorado no puede aceptar a las aulas.
En cuanto a los institutos, Educación apuesta por la presencialidad, y abre la puerta a que si hay centros que no tienen suficiente espacio se pueda dar clase en horario de tarde. Pero esta opción que plantea dudas como si se aplicará a todos los centros, o si será de cumplimiento obligatorio o voluntaria, explica Pacheco.
Eso sí, algo en lo que coinciden tanto las asociaciones de padres y madres como las de docentes es que hay que mantener el profesorado de refuerzo que se ha contratado durante la pandemia para garantizar la calidad educativa.