Final de curso


Admitamos que si nos fijamos en las vidas cotidianas de todos nosotros la noticia hoy es que se ha acabado el curso escolar. Y que se han consumido nueve meses que parecía que iban a ser un Vietnam, con bajas continuadas, escuelas cerradas, Profesores confinados y clases nuevamente a distancia de manera recurrente. Y hay que decir que no ha sido así, que gracias un poco a todos y en las sorpresas del coronavirus, que ha demostrado al menos hasta ahora que con los más pequeños es más benevolente, el curso ha sido un éxito. Y yo soy de las primeras que no las tenía todas.

Igualmente, sin embargo, ha sido un año complicado y yo creo que hoy los maestros y profesores se merecen un reconocimiento porque, aparte de su tarea habitual, han tenido que corresponsabilizar los pequeños y jóvenes del coronavirus mirando de no inocularles el miedo de relacionarse, por pura estadística han tenido que gestionar más pérdidas de familiares que en otros cursos, explicar más la muerte, el descubrimiento de la enfermedad y que la vida se acaba y ha habido más casos de niños que han hecho el curso a distancia, Desde casa, porque son de riesgo o porque su padre o su madre son personas de riesgo. Y gestionar su propio miedo, la de los profesores, a contagiarse a clase.

Al final un total de 91 centros han cerrado por Covidien-19 durante el curso escolar, un 1,8% del total. Cifras muy asumibles dadas las circunstancias.

La vida con todas sus cosas se ha cruzado más que nunca en las escuelas con los conceptos, los proyectos de aprendizaje y la memorística. La escuela ya es eso, y la vida, que se cuela por todas partes. Ellos, hoy, ya son nueve meses más grandes, hoy se han despedido con esa sensación que seguro que recuerde, con ganas ya la vez con nostalgia inmediata, y tienen delante uno de los veranos más importantes, Al menos uno de los veranos más necesarios, de sus vidas.



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