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Los investigadores toman una foto de grupo frente al avión Air Zero G para marcar el final de la 75ª campaña de vuelo parabólico de la ESA. La campaña fue la tercera que se llevó a cabo bajo las restricciones de Covid-19 y se desarrolló del 21 al 30 de abril en Burdeos, Francia.

Los participantes y coordinadores se adaptaron a una nueva forma de volar: para penetrar en Francia se exigieron pruebas de PCR, así como pruebas rápidas de antígeno o RT LAMP cada día para cada participante. Las instalaciones tanto en tierra como a bordo se adaptaron para permitir el distanciamiento social y los requisitos de limpieza. Se usaron máscaras quirúrgicas en todo momento y se restringió el movimiento durante los vuelos.

De lo contrario, los vuelos parabólicos se desarrollaron como de costumbre. Equipos de varios institutos de investigación y universidades realizaron experimentos y demostraciones de tecnología en muchas disciplinas, incluida la fluídica compleja, la dispersión de luz astronómica, la aglomeración protoplanetaria y la fisiología humana en estados alterados de gravedad.

Inicialmente utilizados para entrenar astronautas, los vuelos parabólicos ahora se utilizan principalmente para investigaciones científicas y tecnológicas de corta duración en gravedad reducida. Estos vuelos son la única forma en que los humanos pueden realizar pruebas en microgravedad sin pasar por largos entrenamientos de astronautas y vuelos a la Estación Espacial Internacional.

Para realizar cada parábola, el avión A310 Air Zero G reacondicionado vuela cerca de la velocidad máxima y levanta el morro en un ángulo de 45 °, luego corta la potencia para caer sobre la parte superior de la curva. Mientras caen libremente, los pasajeros y los experimentos experimentan alrededor de 20 segundos de microgravedad, hasta que el avión se inclina 45 ° hacia debajo, anticipadamente a salir de la inmersión para nivelarse con el vuelo normal.

Estas maniobras de “levantamiento” y “extracción” antes y después del período de ingravidez aumentan la gravedad dentro del avión hasta 2 g, pero eso es solo una parte del viaje, que se repite cada tres minutos durante casi dos horas.

Una campaña típica de vuelo parabólico implica tres vuelos y requiere una semana de preparación en el lugar. Cada vuelo ofrece 31 períodos de ingravidez. La aeronave también puede volar en arcos que proporcionan niveles de gravedad lunar o marciana ajustando el ángulo de ataque de las alas.

Simplicidad de preparación y operaciones, costo reducido, niveles de gravedad parcial, múltiples fases de microgravedad y la oportunidad para que los investigadores trabajen sin rodeos en los experimentos a bordo son algunas de las ventajas únicas.

Los vuelos parabólicos están organizados por Novespace, que se encarga de las operaciones de vuelo y en tierra. La ESA, la agencia espacial francesa CNES y la agencia espacial alemana DLR son los promotores y patrocinadores del programa.



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Campaña enmascarada